

Los pigmentos perlados y metálicos, características clásicas que orquestan la belleza, confieren a los polvos, las sombras de ojos, las lacas de uñas, los productos para el cuidado del cabello y los geles de ducha un fascinante efecto de brillo y una dimensión tangible única, presentando así oportunidades totalmente nuevas y haciéndose indispensables para la fabricación de los cosméticos actuales.
El resultado es siempre impresionante: excelentes cosméticos para momentos brillantes.